Este blog tiene aproximadamente dos años abandonado, esto no quiere decir que haya dejado de escribir, solo que tengo menos tiempo para publicarlo en el blog. Trataré de organizar trabajo, mascotas y pasatiempos para esta pasión que traigo tan metida en los huesos.
Imagino luego existo
Páginas
La ultima y nos vamos
Buscas leer? estas en el lugar indicado, aunque lo mío, lo mío, es corretear el bolillo
martes, 4 de abril de 2017
miércoles, 6 de enero de 2016
Ya es 2016, y me complace decir que tuve mucho trabajo y es por eso que no escribí nada durante el 2015, ahora que creo que las cosas van a comodándose, me da un gusto enorme volver a sentir ese placer por crear historias, ya estoy trabajando en ello y espero subir algunos relatos cortos y otros mas extensos y continuaciones. A comenzar, que los reyes ya pasaron.
lunes, 2 de febrero de 2015
lunes, 5 de enero de 2015
Soñabas
Abro la puerta y dejo todas mis pertenencias, tengo ansias de su cuerpo. Corro a la recamara a buscarlo, pero no esta, hay una nota en la cama: "en seguida regreso, te amo". Ohhh que alivio, aun sigues en mi vida, empiezo a quitarme la ropa, lenta y pausadamente, no tengo prisa, cierro los ojos e imagino como lo harias tu, sonrío, y me maravillo de que entraras a mi vida, te amo. Me recuesto en la cama y cierro los ojos esperando tu regreso, soy feliz...
-Oye, oye, ya es de noche, ¿qué te parece si nos damos una vuelta por el cementerio?
-mmmmm pero ¿que pasó?
- estabas muy quieta, y con los ojos cerrados, creo que soñabas
-no, solo recordaba
-a mi me parece que soñabas, esas son cosas de vivos y tu y yo ya no lo estamos
-tal vez no estoy lo suficientemente muerta
"Amante marchita, tus manos ya no tocaran esa piel por la que juraste morirías"
-Oye, oye, ya es de noche, ¿qué te parece si nos damos una vuelta por el cementerio?
-mmmmm pero ¿que pasó?
- estabas muy quieta, y con los ojos cerrados, creo que soñabas
-no, solo recordaba
-a mi me parece que soñabas, esas son cosas de vivos y tu y yo ya no lo estamos
-tal vez no estoy lo suficientemente muerta
"Amante marchita, tus manos ya no tocaran esa piel por la que juraste morirías"
Etiquetas:
Crónicas pachecas,
loqueras literarias,
Reflexiones
jueves, 27 de noviembre de 2014
Historia de un asesino 2.0
Este es un antiguo cuento que escribí hace como seis o siete años cuando tomaba un escuálido curso de redacción en la universidad, con ello renació mi amor por la escritura. Y hace como un año que decidí sobre escribir este cuentito porque creo que puede sacársele mas provecho al protagonista, y porque realmente nunca lo terminé y ahora que lo estoy escribiendo otra vez, ha resultado ser mas extenso. Voy a ir dejando fragmentos de lo que tengo escrito.
Acabo de abrir los ojos y no sé donde me encuentro.
Estoy acostado en lo que parece una cama de hospital, pero no es un hospital. Las paredes están sucias y marcadas no se conque. El tubo de neón es débil y titila constantemente. No recuerdo como llegue aquí.
Hay un suero conectado a mi brazo y me observo. Hay numerosas marcas de agujas, me pregunto si habrán estado drogándome, esto no parece un hospital. ¿Dónde estoy?
Mis manos están envueltas por separado en grandes bultos. Con muchos esfuerzos logro desatar mi mano izquierda, han usado pegamento, trapos sucios y mucha cinta. No puedo quitar todo completamente, pero por lo menos ya puedo ver mis dedos. Quito el suero y trato de desatar la otra mano, pero está demasiado pegada y casi no quito nada, no siento casi la mano, debe de estar muy entumida. Necesito algo para cortar, observo alrededor pero no hay nada
Viene a mi mente una imagen…
Estoy acostado en esa misma cama, atado de pies y manos, le grito a alguien pero no me escucho, no alcanzo a distinguir su rostro. Me quema el pecho con un cigarro, siento el dolor hago una mueca, creo que estoy riendo.
¿Qué me han hecho? Esto es un sueño o es realidad: me toco el pecho y siento un ligero dolor, hay una cicatriz, esto si ocurrió. Me desespero ¿Porqué estoy aquí?
Bajo de la cama, la humedad en los pies me cala hasta los huesos, necesito unos zapatos.
Hay muchas fotos tiradas en el piso, las observo sin levantarlas, son personas que no conozco, pero creo que están muertas, su piel se ve grisácea. Algunas no tienen brazos o piernas, están muy manchadas de sangre o sus tripas fuera de ellas.
Dios… solo puedo encorvarme en un rincón de esa habitación
No resisto, me invaden todo tipo de preguntas, ¿qué me han hecho?, ¿qué pensarán hacerme?, ¿podré salir de aquí vivo? Me invaden pensamientos negativos, se me salen las lágrimas, no puedo evitarlo. Siento que todo está terminado y que no podré salir de aquí. Tengo un ataque de pánico, no puedo respirar. No quiero sufrir ni sentir dolor. Vomito y me quedo tirado en el piso hasta quedarme dormido.
Despierto, no cuanto tiempo ha pasado pero nadie ha venido. No he escuchado otro ruido que no sea el goteo de alguna tubería. Miro la entrada sin puerta y no me atrevo a salir ¿qué me encontraré allá afuera? La duda me inquieta.
Me pongo de pie aún sin decidirme a salir y me recargo en la pared. Siento algo y observo. Esas manchas que veía desde la cama son rasguños, algunos creo que tienen sangre, están muy profundos.
Acabo de abrir los ojos y no sé donde me encuentro.
Estoy acostado en lo que parece una cama de hospital, pero no es un hospital. Las paredes están sucias y marcadas no se conque. El tubo de neón es débil y titila constantemente. No recuerdo como llegue aquí.
Hay un suero conectado a mi brazo y me observo. Hay numerosas marcas de agujas, me pregunto si habrán estado drogándome, esto no parece un hospital. ¿Dónde estoy?
Mis manos están envueltas por separado en grandes bultos. Con muchos esfuerzos logro desatar mi mano izquierda, han usado pegamento, trapos sucios y mucha cinta. No puedo quitar todo completamente, pero por lo menos ya puedo ver mis dedos. Quito el suero y trato de desatar la otra mano, pero está demasiado pegada y casi no quito nada, no siento casi la mano, debe de estar muy entumida. Necesito algo para cortar, observo alrededor pero no hay nada
Viene a mi mente una imagen…
Estoy acostado en esa misma cama, atado de pies y manos, le grito a alguien pero no me escucho, no alcanzo a distinguir su rostro. Me quema el pecho con un cigarro, siento el dolor hago una mueca, creo que estoy riendo.
¿Qué me han hecho? Esto es un sueño o es realidad: me toco el pecho y siento un ligero dolor, hay una cicatriz, esto si ocurrió. Me desespero ¿Porqué estoy aquí?
Bajo de la cama, la humedad en los pies me cala hasta los huesos, necesito unos zapatos.
Hay muchas fotos tiradas en el piso, las observo sin levantarlas, son personas que no conozco, pero creo que están muertas, su piel se ve grisácea. Algunas no tienen brazos o piernas, están muy manchadas de sangre o sus tripas fuera de ellas.
Dios… solo puedo encorvarme en un rincón de esa habitación
No resisto, me invaden todo tipo de preguntas, ¿qué me han hecho?, ¿qué pensarán hacerme?, ¿podré salir de aquí vivo? Me invaden pensamientos negativos, se me salen las lágrimas, no puedo evitarlo. Siento que todo está terminado y que no podré salir de aquí. Tengo un ataque de pánico, no puedo respirar. No quiero sufrir ni sentir dolor. Vomito y me quedo tirado en el piso hasta quedarme dormido.
Despierto, no cuanto tiempo ha pasado pero nadie ha venido. No he escuchado otro ruido que no sea el goteo de alguna tubería. Miro la entrada sin puerta y no me atrevo a salir ¿qué me encontraré allá afuera? La duda me inquieta.
Me pongo de pie aún sin decidirme a salir y me recargo en la pared. Siento algo y observo. Esas manchas que veía desde la cama son rasguños, algunos creo que tienen sangre, están muy profundos.
Etiquetas:
asesinos,
Incompletos en proceso,
Mis escritos
martes, 12 de agosto de 2014
Mujeres
Llevamos ya dos días sin comer y eso no es
bueno para un niño, no es bueno para nadie.
Desde la guerra todo se lo llevó el carajo,
las ciudades están radiactivas y solo podemos refugiarnos fuera de ellas, pero
es peligroso quedarse en un solo lugar, así que nos movemos por el bosque de
manera errante.
Hemos caminado por unas horas y me parece
escuchar agua correr, me da tanto gusto que le digo al niño y no pienso en lo
que podría pasar. Ahora corre hacia allá y al instante me doy cuenta de que
hice una estupidez. Corro lo mas que puedo tras de él, pero es tarde, una mujer
lo sujeta del cabello y pone un cuchillo en su cuello.
-¡No le mates!, no te haremos nada, solo
queremos agua.
-¿Por cuánto tiempo nos han seguido?
-¡No!, no es verdad, somos errantes y
buscamos alimento y agua. Por favor suéltalo y nos iremos.
-Tira tu cuchillo y le soltare
-Lo que digas
La mujer suelta al mi hijo y me revisa
minuciosamente para saber si tengo otra arma, cuando se acerca más puedo notar
que le hace falta la nariz y una oreja.
-Vienes de una ciudad
-Sí, del basurero de Santa cruz
-Pero eso no es una ciudad, antes era un
basurero, solo los pepenadores vivían ahí
-Ahora es una ciudad, de las pocas que hay
-¿En ese lugar te cortaron?
-Es lo que pasa cuando robas, te cortan una
oreja, si reincides la otra
-¿Y la nariz?
-Haces muchas preguntas
Después de revisar
todas nuestras pertenencias me devuelve mi cuchillo
-Tomen el agua que quieran, he visto
algunos renacuajos, no son lo más sabroso pero quitan el hambre. Ma, ya puedes
salir no hay peligro.
Cuál es mi sorpresa, cuando veo salir a una
mujer, ya anciana, apuntándonos con una escopeta. Le da el revólver de su
cintura a la mujer y dejan de apuntarnos. A la mujer le hace falta la nariz
también.
Nos invitan a comer con ellas y aceptamos,
pasamos un buen rato. Así nos enteramos que se han formado ciudades y que la
gente quiere empezar de nuevo. No confío
en esas mujeres, pero estamos bien.
-Se hace tarde, creo ya debemos irnos
-No, quédense, formaremos un grupo y criaremos
a tu hijo
-Gracias, pero creo que es mejor que nos
vayamos, en unas horas se meterá el sol. Muchas gracias por la compañía, es
bueno saber que aún hay gente con buenas intenciones
Lo siguiente que recuerdo es un ruido
fuerte, un dolor muy grande en el pecho seguido de mucha sangre, mi niño
llorando y pidiéndome que me levante, y lo haría… si pudiera. Debimos correr
cuando pudimos. Sospechaba de esas narices cortadas y de la evasión de la
pregunta. Seguramente son come-personas, y moriré
¡Por favor! No se coman a mi hijo, tiene
que crecer y ser un adulto, se adapta fácilmente.
Por...favor… ¡Dios… cuida a mi hijo!... Se
nubla todo… Samuel… te amo.
Etiquetas:
asesinos,
historias,
Incompletos,
Mis escritos
martes, 8 de julio de 2014
Y no lo sabes
Para ti ojos verdes, por lo que no se decir frente a frente y que aún no sabes
Y no lo sabes,
Aún con tanta historia
Tú estas y vives,
En mi… tan adentro
Que da miedo
Y te tomo como algo mío
Tan querido…
Amado
Y no lo sabes…
Pero esos ojos verdes
Me fascinan
Porque comprenden
Las caricias tibias,
El sacrificio y sufrir
De esta vida
Y no lo sabes…
Porque eres demasiado bueno
Mi ángel, mi ilusión, mi niño travieso
Mejoras como el vino añejo
Y el sabor...
De esa boca que enloquece
[quien pudiera amor mío ser respirada en tus suspiros]
Y no lo sabes...
Pero todos tus caminos llegan a la ermita
De este corazón mil veces remendado
De este cuerpo maltrecho y lleno de cicatrices
Que tiene andanzas de realidad y viveza
[Y que me has dicho que te encanta]
Solo una cosa te pido amor mío
Seas honesto contigo y conmigo
Que la verdad siga en tu alma tersa
Que la sensualidad de tu mente permanezca
En esas manos que me dan batallas
Y lo que falte por vivir.
Dulces sueños amor mío
Y no lo sabes,
Aún con tanta historia
Tú estas y vives,
En mi… tan adentro
Que da miedo
Y te tomo como algo mío
Tan querido…
Amado
Y no lo sabes…
Pero esos ojos verdes
Me fascinan
Porque comprenden
Las caricias tibias,
El sacrificio y sufrir
De esta vida
Y no lo sabes…
Porque eres demasiado bueno
Mi ángel, mi ilusión, mi niño travieso
Mejoras como el vino añejo
Y el sabor...
De esa boca que enloquece
[quien pudiera amor mío ser respirada en tus suspiros]
Y no lo sabes...
Pero todos tus caminos llegan a la ermita
De este corazón mil veces remendado
De este cuerpo maltrecho y lleno de cicatrices
Que tiene andanzas de realidad y viveza
[Y que me has dicho que te encanta]
Solo una cosa te pido amor mío
Seas honesto contigo y conmigo
Que la verdad siga en tu alma tersa
Que la sensualidad de tu mente permanezca
En esas manos que me dan batallas
Y lo que falte por vivir.
Dulces sueños amor mío
Etiquetas:
Mis escritos,
poemas en prosa
Suscribirse a:
Entradas (Atom)