La ultima y nos vamos

Buscas leer? estas en el lugar indicado, aunque lo mío, lo mío, es corretear el bolillo

jueves, 27 de noviembre de 2014

Historia de un asesino 2.0

Este es un antiguo cuento que escribí hace como seis o siete años cuando tomaba un escuálido curso de redacción en la universidad, con ello renació mi amor por la escritura. Y hace como un año que decidí sobre escribir este cuentito porque creo que puede sacársele mas provecho al protagonista, y porque realmente nunca lo terminé y ahora que lo estoy escribiendo otra vez, ha resultado ser mas extenso. Voy a ir dejando fragmentos de lo que tengo escrito.

Acabo de abrir los ojos y no sé donde me encuentro.
Estoy acostado en lo que parece una cama de hospital, pero no es un hospital. Las paredes están sucias y marcadas no se conque. El tubo de neón es débil y titila constantemente. No recuerdo como llegue aquí.
Hay un suero conectado a mi brazo y me observo. Hay numerosas marcas de agujas, me pregunto si habrán estado drogándome, esto no parece un hospital. ¿Dónde estoy?

Mis manos están envueltas por separado en grandes bultos. Con muchos esfuerzos logro desatar mi mano izquierda,  han usado pegamento, trapos sucios y mucha cinta. No puedo quitar todo completamente, pero por lo menos ya puedo ver mis dedos. Quito el suero y trato de desatar la otra mano, pero está demasiado pegada y casi no quito nada,  no siento casi la mano, debe de estar muy entumida. Necesito algo para cortar, observo alrededor pero no hay nada

Viene a mi mente una imagen…

Estoy acostado en esa misma cama, atado de pies y manos, le grito a alguien pero no me escucho, no alcanzo a distinguir su rostro. Me quema el pecho con un cigarro, siento el dolor hago una mueca, creo que estoy riendo.

¿Qué me han hecho? Esto es un sueño o es realidad: me toco el pecho y siento un ligero dolor, hay una cicatriz, esto si ocurrió. Me desespero ¿Porqué estoy aquí?

Bajo de la cama, la humedad en los pies me cala hasta los huesos, necesito unos zapatos.
Hay muchas fotos tiradas en el piso, las observo sin levantarlas, son personas que no conozco, pero creo que están muertas, su piel se ve grisácea. Algunas no tienen brazos o piernas, están muy manchadas de sangre o sus tripas fuera de ellas.

Dios… solo puedo encorvarme en un rincón de esa habitación

No resisto, me invaden todo tipo de preguntas, ¿qué me han hecho?, ¿qué pensarán hacerme?, ¿podré salir de aquí vivo? Me invaden pensamientos negativos, se me salen las lágrimas, no puedo evitarlo. Siento que todo está terminado y que no podré salir de aquí. Tengo un ataque de pánico, no puedo respirar. No quiero sufrir ni sentir dolor. Vomito y me quedo tirado en el piso hasta quedarme dormido.
Despierto, no cuanto tiempo ha pasado pero nadie ha venido. No he escuchado otro ruido que no sea el goteo de alguna tubería. Miro la entrada sin puerta y no me atrevo a salir ¿qué me encontraré allá afuera? La duda me inquieta.

Me pongo de pie aún sin decidirme a salir y me recargo en la pared. Siento algo y observo. Esas manchas que veía desde la cama son rasguños, algunos creo que tienen sangre, están muy profundos.