Hoy igual que ayer

Te observo dormido en la cama y, mientras me calzo los zapatos observo tu piel oscura dorada y desnuda, testigo fiel de las jornadas de trabajo al sol de la ciudad. Tu cuerpo, en descanso, casi inerte a excepción de la ligera respiración que te acompaña me hacen mirarte con ternura y darme cuenta de lo indefenso que eres, quiero protegerte.
Hace solo quince minutos miraba en tu mirada la persona que soy cuando estoy contigo, me gusta. Y ahora que has dormido quisiera gritarle al silencio lo que vivo, lo que siento y lo que sueño, mientras tu sueño se alarga y tu vida se acorta.
Te miropor el espejo, mientras recuerdos llegan en oleadas a mi mente, trato de no recordar para disfrutar este momento, en el que tu oscilante respiración invoca al sepulcro mas callado, al mas limpio, al menos visitado por los vivos; ya tendré tiempo para recordar cuando no estés, cuado un día te vayas dispuesto a no volver mas.
Lista para partir y escribiendo en un cuaderno me doy cuenta que la tempestad no ha pasado, pues has mirado la forma en que te miro y has comprendido todo lo que hoy concibo, y lucharás por que me quede mientras te digo que no puedo.
Y por favor alma mía no reveles que estoy sin estar ahí, junto a ti todos los dias.